El cuerpo revela algo sobre Dios y algo sobre
nosotros. Para entendernos sólo tenemos
que ver el cuerpo y escuchar lo que dice.
En su mero centro cada cuerpo masculino posee un poder
sexual. Para el hombre, su sexualidad se
manifiesta en el exterior de su cuerpo. //no
es casualidad. Dios ha creado el cuerpo
humano para comunicarnos algo concreto.
¿Qué interpretamos por medio de esta realidad sexual
masculina?
La
externalidad
Primero, vemos que el hombre tiene una orientación
sexual, y por entonces en general, hacia lo exterior. ¿Qué nos comunica esta realidad? Dice que el hombre está hecho para
actuar. Para ejercer. Especialmente para actuar sobre el ambiente
en el cual se encuentra.
Observamos esta realidad por todos lados. Los niños cuando cogen las cosas, ¿qué
tienden hacer con ellas? Tirarlas,
romperlas, pegarlas. Vemos esto en el
comportamiento de los muchachos adolescentes… les gusta empujar, tirar, pegar,
luchar. Notamos la misma realidad en las
profesiones en que los hombres normalmente trabajan… la granja, la
construcción, etc. No es todo esto una
caricatura sino signo de que el hombre tiene una tendencia o pone su prioridad
en la activad external y física. Al
hombre le gusta destruir y construir. Le
da gusta orientarse por encima de su ambiente.
Todas estas acciones vienen de la energía masculina orientada hacia lo
exterior. Escupen, gritan, y
pelean. Los hombres son personas principalmente
externas.
La
fuerza física
El hombre tiene un cuerpo musculoso con bastante poder
físico. Incluso encuentra muchas veces
el hombre su identidad en su esfuerzo físico, y intenta mantenerlo y
desarrollarlo. ¿Qué nos comunica esta característica del hombre? Primero,
mencionamos lo que NO es. El esfuerzo
masculino no es para dominar. En cambio,
es un don dado principalmente para que guarde y proteja los bienes de la
tierra. Para que defienda el bien y lo
sagrado. Y lo que el hombre más quiere
proteger y guardar es… a su esposa. La
fuerza masculina le hace capaz de forjar un ambiente seguro dentro del cual la
mujer pueda vivir y florecer.